Estamos terminando el año, un año cargado de movimientos de todo tipo, empezando porque venimos (socialmente hablando) combatiendo un virus del cual no conocíamos nada, y que nos obligo a detenernos, quizás porque desde una visión espiritual, éste llegó para transformar a nuestra sociedad y nuestro sistema de vida. Por otro lado el fuerte sacudón energético que hemos tenido desde que arrancó el año, ha hecho que tengamos que hacernos consciente de aquello que a simple vista  no se ve, hacernos consciente de aquello que sucede en nuestro interior e identificar aquellas personas, situaciones y cosas que ya no vibran con nosotros, mirar que estamos seguir sosteniendo y que ya cumplió un ciclo con nosotros, cuales patrones e ideas heredadas, continuamos manteniendo con nosotros, pero que definitivamente las nuevas experiencias nos están gritando que es hora de soltarlas, porque ha llegado el momento de darle salida a todo aquello que no suma, a todo aquello que nos atrasa…

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