ABRÁMONOS AL CAMBIO

Resulta increíble, pero ya han transcurrido 13 días desde que comenzó el año, muchos en el mundo han comenzado a reactivarse, algunos bajo la esperanza de que el año continúe tan calmado como va, mientras que otros se preparan para el próximo encierro, sea como sea, a pesar de lo poco o mucho que han transcurrido los días, aun se respira un aire de intriga, nuestra curiosidad sobre ¿qué nos espera en el porvenir?, no invade. 

Todos deseamos que sea completamente distinto al año que acaba de dejar atrás, ya que para muchos el 2020 fue un año donde el mundo entero se paralizó, muchos tuvieron que ponerle un alto a sus proyectos y sueños, con la esperanza de reactivarse en éste 2021. Son muchas las incógnitas que tenemos sobre el mañana, y muy pocas respuestas, quizás porque realmente dichas respuestas las conseguimos mientras vamos avanzando.

Si algo he aprendido a lo largo de éste recorrido de vivir consciente, es que siempre será absurdo invertir nuestra energía preocupándonos por situaciones que aún no suceden, perder nuestra paz especulando sobre el futuro. En vez de perder nuestra energía intentando controlar lo que pasa o deja de pasar en el tiempo, invirtamos nuestra energía en ser el cambio que queremos ver reflejado en nuestro externo.

Siempre he tenido la fuerte creencia, de que todo cambio externo comienza dentro de nosotros, el mundo que nos rodea no es más que un reflejo de lo que llevamos adentro, si algo afuera nos molesta, nos causa disgusto, o intranquilidad, en vez de correr a desgastarnos intentando cambiarlo, primero debemos hacerlo consciente dentro de nosotros, reconocer en nuestro interior que de todo ello que percibimos en el externo, nos pertenece de forma directa o indirecta. Quizás al leer esto inmediatamente vengan a ti todas aquellas cosas que te molestan y digas “pues claro que nada de eso me pertenece”, pero deberé desilusionarte diciéndote, que sí te pertenece!, si nos pertenece!. Constantemente vivimos evadiendo nuestra participación en todo lo que experimentamos, vivimos prefiriendo elegir responsabilizar a otros de cuanto nos pasa, a responsabilizarnos por nuestro 50% aportado para que dichos acontecimientos sucedan.

Sin embargo, el universo siempre nos hará aprender a responsabilizarnos, presentándonos situaciones, experiencias y personas que nos muestren aquello que no asumimos como nuestro, aquello a lo que le huimos, pero que solo cuando le hacemos frente, y le reconocemos como un igual, quizás no para afligirnos y torturarnos con ello, sino más bien para corregirlo y transformarlo en nosotros, es cuando dichas personas, situaciones y cosas comienzan a poco a poco desaparecerse.

Por ello, éste año no solo dependerá de que creen una vacuna para combatir un mal, ni que los líderes políticos o religiosos cambien, o que hagan o dejen de hacer algo, sino dependerá principalmente de nosotros, de nuestra iniciativa, y de lo que aportemos por medio de abrirnos al cambio, por medio de ser el cambio que queremos ver reflejado en nuestro mundo externo. Soltar nuestras viejas creencias y formas de hacer las cosas, para de esta manera por medio de este cambio interno, ver dicha transformación proyectada en el externo, logrando de esta manera, experimentar una vida plena y exitosa.

Abrámonos al cambio, si pretendemos gozar de un año 2021 exitoso.